Un viaje de tres días en el corazón de la Vía Francígena, que comienza en San Miniato, una de las joyas ocultas de este recorrido, y continúa por un trayecto de extraordinaria belleza: desde la milenaria Pieve di Chianni, donde durmió el mismísimo Sigerico, hasta San Gimignano, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Los atractivos de este viaje no se limitan al paisaje: podrá saborear la sabrosa cocina toscana en todas sus variantes, desde la preciada trufa blanca de San Miniato hasta el oro amarillo de San Gimignano: el azafrán.