En primer lugar, las montañas: Alpes y Dolomitas, que marcan fronteras y brillan con una belleza asombrosa. Las mejores excursiones de refugio en refugio se encuentran en el norte de Italia.
Pero no se trata sólo de los Dolomitas. Por ejemplo, San Bernardo, punto de partida de la Vía Francígena italiana, o Como, donde encontrará un tesoro de opulentas villas y jardines, todo ello rodeado de un sinfín de rutas de senderismo.