De las escarpadas cumbres alpinas a las suaves colinas, para terminar en la tranquila llanura agrícola del Piamonte: el primer tramo de la Vía Francígena italiana es un caleidoscopio de colores y paisajes, una versión condensada del siempre cambiante camino a Roma.
Respira el aire fresco de los Alpes, aquí comienza tu viaje: según la estación, puedes optar por partir del paso del Gran San Bernardo -donde el antiguo albergue acoge a peregrinos desde hace más de 1000 años-, un escenario paradisíaco de picos escalonados y un lago cristalino. El otro punto de partida es Aosta, orgullosa de su antigua identidad romana.
Este viaje te permitirá descubrir las variadas identidades de Italia: los ritmos tranquilos de sus ciudades provinciales, el animado ambiente de sus pueblos enclavados entre los Alpes y el encanto moderno de sus ciudades industriales. Degustarás platos locales poco conocidos pero sorprendentes, desde quesos de los prados hasta especialidades de arroz, acompañados de los refinados vinos del Valle de Aosta.
A partir de aquí, cada día será diferente. Sigue los antiguos rus entre bosques umbríos y arroyos, camina entre viñedos y degusta los deliciosos vinos que producen; cruza puentes medievales y antiguas calzadas romanas inmersas en los bosques, hasta llegar a las suaves colinas del Piamonte e Ivrea, con su museo al aire libre de arquitectura moderna
Entre junio y septiembre, también es posible añadir dos etapas más al comienzo del viaje, iniciando la marcha en el paso Gran San Bernardo (en la frontera con Suiza):
Paso Gran San Bernardo-Etroubles (13,5 km)
Etroubles-Aosta (15,5 km)
Este itinerario se ha realizado con financiación de Routes4U, programa conjunto del Consejo de Europa y la Unión Europea. Su contenido es responsabilidad exclusiva de Sloways y no refleja necesariamente las opiniones del programa conjunto Routes4U.