La Vía Francígena en Valle de Susa

La milenaria historia del Valle de Susa se refleja en el Arco de Augusto, la arena romana, las murallas de la ciudad, las excavaciones arqueológicas y el castillo, que fue residencia de la condesa Adelaida de Turín. La Catedral de San Giusto, con su imponente campanario de planta octogonal, es un testimonio de la arquitectura que se ha ido estratificando a lo largo del tiempo: desde el año 1029, cuando se construyó la abadía benedictina, hasta las intervenciones góticas y neogóticas entre los siglos XIII y XIX. Estas capas también son evidentes en las decoraciones de su fachada, como la entrada de Cristo en Jerusalén y los medallones de santos y profetas.  

El interior está adornado con valiosas pinturas, altares decorados y un coro de madera tallada del siglo XIV.

Traslado a Mont Cenis y caminata hasta Susa, 15 km  
Comienza la caminata: cruzado el paso de Mont Cenis y dejando atrás el lago y las empinadas curvas de la corretera, tomarás el histórico camino real que conduce al pueblo de Moncenisio. Este lugar, antiguamente conocido como Pereira, se desarrolló gracias a su estratégico papel como parada obligada en el camino.  

La senda ecomuseal y la iglesia parroquial de San Giorgio, ofrecen a los visitantes la oportunidad de conocer más sobre el pueblo. Desde aquí, regresarás a Susa con una primera caminata encantadora.  

Distancia: 15 km

Desnivel: +135, -1071 m

Hoy dejarás atrás Susa, pero no te preocupes, ¡la belleza también te espera adelante! Te dirigirás hacia Urbiano, una aldea del municipio de Mompantero, donde los restos de un acueducto romano atestiguan su importancia como antiguo asentamiento romano. Aquí es muy famosa la celebración de "Fora l’Ours!", una festividad que coincide con el rito celta de Imbolc: la despedida del invierno se representa con la caza de un oso (falso), que bailando con una joven simboliza la armonía entre el bien y el mal.  

Siguiendo por el mismo camino, el sendero te llevará a Vaie, conocido por la producción del Canestrello, una galleta local que adquiere su fragancia característica gracias a su cocción especial entre placas de hierro fundido. Un recorrido arqueológico y naturalístico te conducirá hasta el santuario de San Pancracio, que data del siglo XI, y terminará en el museo de arqueología experimental.  

Distancia: 20 km

Desnivel: +306 / -427 m

La imponente Sacra di San Michele (983-987 d.C.), símbolo del Piamonte, es una de las arquitecturas románicas más importantes de Europa. Este lugar sagrado fue un centro de cultura monástica y un destino de peregrinación internacional durante siglos. Entre sus elementos destacados se encuentran la Logia dei Viretti, la Escalera de los Muertos, el Portal del Zodiaco, el fresco de la Asunción de la Virgen, los paneles del tríptico del siglo XVI de Defendente Ferrari y los retablos de Antonio Maria Viani de Cremona. Esta obra es fruto de siglos de intervenciones y campañas decorativas, culminando en 1889 con la gran restauración de Alfredo D'Andrade.  

Tras pasar por la Fábrica de Dinamita, el camino lleva al centro histórico de Avigliana. El corazón medieval de la ciudad es la Plaza Conte Rosso, que se caracteriza por un antiguo pozo, edificios de terracota con pórticos y está dominada por el Castillo Arduínico (siglo X). Este castillo, parte de la dote de la Condesa Adelaida de Susa a la familia Saboya, se convirtió en un puesto avanzado de las ambiciones de la dinastía en la zona de Turín, aunque fue finalmente desmantelado por los franceses en 1690.  

Distancia: 15 km

Desnivel: +561 / -597 m

El camino continúa en dirección a Rosta, pasando por la estación de tren y bordeándola hasta el desvío hacia Rivoli. Este lugar, construido en época romana a lo largo de la Via ad Galliam, que conectaba Turín con Montgenèvre, en la Edad Media quedó parcialmente bajo la dependencia de Rivoli y, en parte, sujeto a la Preceptoría de San Antonio de Ranverso, hasta que adquirió su autonomía en el siglo XVII.  

Distancia: 15 km

Desnivel: +50 / - 90 m

Cruzando el Po en la Gran Madre di Dio, caminamos por la orilla derecha del río, a través del Parque Michelotti y la Reserva Natural Meisino, y continuamos hasta San Mauro Torinese, conocido en tiempos romanos como Pulchra Rada debido a su ubicación favorable en un tramo navegable del Po. Después de pasar por el pueblo en dirección a Chivasso y cruzar el Bosco del Vaj, protegido por el Parco Naturale della Collina Torinese, llegamos a la Iglesia de San Genesio, reconstruida en estilo románico sobre la capilla del mismo nombre, que ya estaba documentada en 1156. La disposición actual es una reconstrucción del siglo XX, pero el ábside central, el ábside izquierdo y el espléndido campanario de mamposteríacon ventanas decoradas  pertenecen a la estructura original.  

Un tren te llevará de regreso a Turín, para la última noche de tu viaje.  

Distancia: 29 km

Desnivel: +50 / -106 m

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