Un viaje por Sicilia, una tierra fascinante con muchos colores: el blanco intenso de los pueblos pesqueros, el amarillo de los campos cultivados, los tonos azules y verdes del mar, la lava negra de las islas Eolias y sus volcanes activos.
El Etna, el gigante siempre presente y sobrecogedor, tiñe de rojo las laderas de las montañas con sus coladas de lava, pintando un espectáculo único en el mundo. Caminará por la cresta de los acantilados, admirando la vista de las pequeñas aldeas construidas como nidos de águilas en las laderas de la montaña, descubriendo las tradiciones de un lugar donde la vida cotidiana sigue un ritmo lento, dictado por el flujo de las estaciones y las tradiciones ancestrales.
Naturalmente, podrá degustar la cocina siciliana, con sus sabores punzantes y las innumerables influencias aportadas por los numerosos pueblos que han contribuido a la rica historia de esta isla.