Esta es la parte final del Camino de Francisco. Conduce a Roma, la ciudad eterna y destino de todas las peregrinaciones en Italia, donde Francisco pidió al Papa el reconocimiento de su orden. La emoción de llegar al destino más codiciado hace que este viaje sea un poco más especial.
Un viaje a través de bellos paisajes de naturaleza bien preservada. Te llevamos a Sabina, una parte poco conocida del Lacio que esconde un encanto agreste y antiguo. Cada día, este paseo se vuelve más y más encantador a medida que atraviesas pueblos encantados, castillos, bosques de robles, santuarios, verdes colinas y densos bosques.
En esta región se come un pan excelente condimentado con un aceite especial que sólo se encuentra aquí, y otros productos que sorprenden por su calidad y sencillez, como el lugar del que proceden.